Juntas, Hilva González y Georgina Rivera, tienen sobre sus hombros el mandato del restaurante, demostrando lo capaces y competentes que son, no es nada fácil atender a 200 personas (antes del covid) entre ellas 2 y otras 3 personas. La presión y el cansancio son constantes, pero ellas han podido contra eso, a pesar de todos los obstáculos ellas siguen adelante y mantienen a flote el negocio.

Son responsables y muy amorosas con su familia, para Georgina sus nietos son la luz de sus ojos, lo que le da ánimos para seguir adelante.